Meteoritos sobre mi cabeza

jueves, 20 de diciembre de 2012

Sorpresa, emoción, alegría, desagarro del alma en pedacitos de recuerdos y emociones que ni siquiera entiendo. Son palabras apresuradas, un galope enfebrecido, simplemente para decir cosas tan simples. Un vale otro, significa. Un vale otro para mañana, cuando, luego de las lágrimas, las risas y las ilusiones, vuelva a escribir lo que ahora solo imagino. La noche es hermosa hoy. Y mañana. Y la siguiente. Pero hoy, es especialmente hermosa. 

Sé que estás bajo ella también. ¿Respuesta? ¿Acaso la buscas? La tendrás de todas formas. Eso significa un vale para mañana, cuando recuerde que respirar es necesario para la vida. Por ahora, que es tarde y las presiones me obligan a abandonar este momento que es nuestro o solo tuyo o solo mío, te ofrezco este trocito de mi ser que ya has reclamado antes, viajero vivaracho. Pero te llevaré conmigo a mis sueños. Si no amanece el día de mañana (¡Puedes reír, como yo!), no podré saldar la deuda, pero tendremos algo claro: Somos rompedores de reglas.

Estamos vivos. Y caminaremos juntos y separados por el fin del mundo para luego mirar de reojo a los crédulos con una sonrisita que entenderemos al verla. Estamos vivos. Estás ahí. Yo estoy aquí. Y sí hay algo más que quisiera que el viento se llevara hasta las tierras de la revolución. Una lágrima, una sonrisa, un beso, varias bofetadas y un "te amo" que ojalá se convierta en bengala y que guíe parte de tu sendero.

Hasta mañana y hasta siempre. Por cierto, ¿crees que puedan envolver todo eso para regalo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Santa Template by María Martínez © 2014